Abandonar una lectura

Es otro de nuestros motivos habituales en vuestras quejas en clase. ¿Y a quién no se le caído un libro de entre las manos? No digo al estilo de las de Fray Luis de León, sino de aquellos otros volúmenes que justificaban la crítica de Clarín. Recordad: molesto el autor de La Regenta -y crítico literario, no se olvide- por la mala calidad de algún texto, recomendaba al autor del atropello que dejase las letras y fundase una familia. «Es que ya la tiene», le argüían. «Pues que funde otra», respondía quien firmó Pipá. ¡Ah, qué tiempos!

En fin. Para lo que abandonan libros, para que se quiten complejos y traumas, pobres, va aquí un artículo de José Antonio Millán en ELPAÍS de hoy, Cuando un libro se nos cae. Leedlo y veréis qué sorpresa. De nada.

Autor: literaturayperiodismo

Catedrático de Periodismo y Literatura Universidad Rey Juan Carlos Madrid

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